¿Es posible que en tu organización se estén dando situaciones de Micromanagement? te indicamos algunas herramientas para identificarlo.

El equilibrio entre la supervisión y la autonomía es clave para el bienestar y el desarrollo de un equipo.
Son varios los estudios que indican que un control excesivo puede tener efectos negativos sobre las personas. Aunque en la mayoría de ocasiones la existencia de micromanagement responda a una buena intención de garantizar unos resultados perfectos, es importante saber que este enfoque puede limitar el potencial de tu equipo.
¿Cuáles son sus consecuencias?
- Genera desmotivación: La falta de autonomía y confianza puede llevar a una disminución en la moral de las personas afectando su compromiso y eficiencia por no sentirse valorados.
- Ralentiza el trabajo: La necesidad de esperar a aprobaciones constantes para poder seguir con las tareas puede entorpecer el ritmo de trabajo y afectar la eficiencia operativa.
- Aumenta el estrés: Tanto para las personas que sienten una vigilancia constante, como por parte de la persona responsable, que asume una sobrecarga de trabajo.
- Limita la creatividad: Un control estricto puede resultar en un procedimiento rígido que no deja margen para la innovación o mejora.
- Desatención del correcto liderazgo: Los líderes que se enfocan excesivamente en detalles menores que no les corresponden pueden estar descuidando estrategias clave para el crecimiento organizacional y de sus equipos.
¿Cómo se puede identificar?
Analizando la información que genera tu organización día a día mediante las dinámicas diarias de trabajo, es decir, analizando los datos que se generan con el uso de las herramientas digitales de tu organización cada día:
- Cantidad y frecuencia de reuniones con un superior directo.
- Flujo de correos, en caso de que se requiera siempre una aprobación previa a cualquier envío, o estar en copia en todas las comunicaciones.
- Reedición constante de documentos con pequeñas modificaciones de menor relevancia.
Pero cuidado, es importante diferenciar entre la existencia de un liderazgo basado en el seguimiento estratégico y el apoyo y un control excesivo que interfiere en cada proceso.
Te dejamos algunas recomendaciones:
- Delegar con confianza: Una correcta definición de roles y responsabilidades permitirá que cada persona tenga claro lo que se espera de ella y le dará confianza.
- Fomentar la autonomía: Tras establecer un objetivo claro de la tarea, es importante permitir que las personas elijan la mejor manera de realizarla y llegar a dicho objetivo. Es importante no confundir la función de guía con controlar cada uno de los pasos que se realizan.
- Establecer una comunicación efectiva: Hacer un seguimiento de la tarea puede ser importante para el proyecto, en ese caso, plantea sustituir la supervisión constante por check-ins regulares mediante reuniones periódicas. Asegúrate de conocer lo que necesita tu equipo así como sus inquietudes conforme va avanzando en su día a día.
- Construir un ambiente de confianza: Es importante saber reconocer el buen trabajo y valorar el esfuerzo de los equipos, así como saber gestionar de forma correcta los errores, admitirlos y usarlos como oportunidades de mejora. Todo ello permitirá que se sientan valorados y más comprometidos.
- Desarrollar el liderazgo y la inteligencia emocional: Capacitar a los líderes en gestión de equipos fomentando el desarrollo de las habilidades de liderazgo, empatía y flexibilidad, un liderazgo comprensivo permite reducir la necesidad de control y fortalecer la relación con el equipo.
Transformar el control en confianza contribuye a la mejora del bienestar del equipo, fortaleciendo el liderazgo y aumentando la eficiencia.